(3 de mayo 2015. Día de la madre)
Madres
Este domingo se dedica a una figura muy pascual, que es la del Buen Pastor. Daría para mucho, pero quisiera hablar de las madres, aunque esto del "Día de la Madre" sea una especie de conmemoración civil, o incluso más que nada comercial... Pero es que veo la maternidad como una especie de sacramento natural: transmitir la vida y custodiarla. También el varón la transmite, desde luego, pero la madre no sólo la transmite: la gesta, la custodia, la alimenta: es imagen viva de Dios, que es padre y es madre (De Dios sólo se nos ha dado la imagen masculina, de padre, pero no hay que olvidar que ninguna imagen divina es suficiente, y él desde luego tiene corazón y alma de madre). La maternidad es un sacramento natural, porque hace físico el don divino y concreta una gracia de Dios, un don suyo. En realidad, cuando una madre acaricia o alimenta a su criatura, o le tapa, cuando le enseña a hablar o a caminar, cuando le protege, le educa… es Dios el que lo hace a través de ella. Por eso la maternidad es una vocación divina, es imprescindible: él mismo necesitó una Madre, María. Y desde entonces no es sólo vocación divina, sino concretamente cristiana, pues todas lleváis a Cristo en vuestro seno, al discípulo de Cristo. Por eso la Iglesia prohíbe tan duramente entre sus miembros las prácticas abortivas. Y también por eso da tanta importancia al matrimonio, y es tan suspicaz con una maternidad más o menos artificial. Pero, sobre todo, por eso confía tanto en las madres como transmisoras del evangelio y de la fe. Si la fe y el evangelio no están en el corazón y en la vida de la madre, es muy difícil que se transmita a la generación siguiente. La ‘ausencia’ del padre deja huella, pero la ausencia de la madre es letal.
Felicitar a María
Así que felicitamos a las madres, ¡claro que sí! Y le regalamos algo, si podemos, un detalle (aunque el mejor regalo es el respeto, el cariño, la ayuda, la obediencia, el afecto).También hoy hacemos un regalo a la madre de Jesús, que realmente lo es también nuestra.
Comienza el mes de mayo. A la Virgen le gustan los mismos tipos de regalos, el mismo tipo de flores que a las madres: el diálogo, el cariño, las palabras bellas y sinceras. La oración. Pero la oración que parece que le gusta más es el santo Rosario, o rosaleda. Contiene –de modo reiterado y como un salmo- la oración de Jesús, el saludo angélico, la glorificación de la trinidad, mientras se medita los misterios de la vida del Señor… El rosario ha sido muy amado por la Virgen santísima; de ninguna práctica de piedad ha dicho cosas semejantes a las que ha dicho respecto al rosario. Podríamos probar a rezarlo más. Alguna vez me dicen que resulta aburrido, y realmente pienso que si uno se aburre con el rosario es más problema suyo que del rosario...
Madres
Este domingo se dedica a una figura muy pascual, que es la del Buen Pastor. Daría para mucho, pero quisiera hablar de las madres, aunque esto del "Día de la Madre" sea una especie de conmemoración civil, o incluso más que nada comercial... Pero es que veo la maternidad como una especie de sacramento natural: transmitir la vida y custodiarla. También el varón la transmite, desde luego, pero la madre no sólo la transmite: la gesta, la custodia, la alimenta: es imagen viva de Dios, que es padre y es madre (De Dios sólo se nos ha dado la imagen masculina, de padre, pero no hay que olvidar que ninguna imagen divina es suficiente, y él desde luego tiene corazón y alma de madre). La maternidad es un sacramento natural, porque hace físico el don divino y concreta una gracia de Dios, un don suyo. En realidad, cuando una madre acaricia o alimenta a su criatura, o le tapa, cuando le enseña a hablar o a caminar, cuando le protege, le educa… es Dios el que lo hace a través de ella. Por eso la maternidad es una vocación divina, es imprescindible: él mismo necesitó una Madre, María. Y desde entonces no es sólo vocación divina, sino concretamente cristiana, pues todas lleváis a Cristo en vuestro seno, al discípulo de Cristo. Por eso la Iglesia prohíbe tan duramente entre sus miembros las prácticas abortivas. Y también por eso da tanta importancia al matrimonio, y es tan suspicaz con una maternidad más o menos artificial. Pero, sobre todo, por eso confía tanto en las madres como transmisoras del evangelio y de la fe. Si la fe y el evangelio no están en el corazón y en la vida de la madre, es muy difícil que se transmita a la generación siguiente. La ‘ausencia’ del padre deja huella, pero la ausencia de la madre es letal.
Felicitar a María
Así que felicitamos a las madres, ¡claro que sí! Y le regalamos algo, si podemos, un detalle (aunque el mejor regalo es el respeto, el cariño, la ayuda, la obediencia, el afecto).También hoy hacemos un regalo a la madre de Jesús, que realmente lo es también nuestra.
Comienza el mes de mayo. A la Virgen le gustan los mismos tipos de regalos, el mismo tipo de flores que a las madres: el diálogo, el cariño, las palabras bellas y sinceras. La oración. Pero la oración que parece que le gusta más es el santo Rosario, o rosaleda. Contiene –de modo reiterado y como un salmo- la oración de Jesús, el saludo angélico, la glorificación de la trinidad, mientras se medita los misterios de la vida del Señor… El rosario ha sido muy amado por la Virgen santísima; de ninguna práctica de piedad ha dicho cosas semejantes a las que ha dicho respecto al rosario. Podríamos probar a rezarlo más. Alguna vez me dicen que resulta aburrido, y realmente pienso que si uno se aburre con el rosario es más problema suyo que del rosario...
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