
Bergsma es profesor universitario, pero también un profesor bastante popular en los ambientes cristianos (protestantes y católicos) del Midwest americano. El libro tiene incluso los monigotes que él mismo usa en sus clases, dando una primera impresión de infantil, pero nada más lejos de la realidad: no es en absoluto un libro para pequeños, aunque es sí tremendamente didáctico. Por otro lado no pretende suplir el estudio directo de la Biblia, aunque sí darle una clave interpretativa sugerente y clarificadora. Es como una introducción (y como tal lo recomiendo vivamente), pero no al estilo académico al uso entre los biblistas. Por eso aconsejo que antes se tenga una visión material y concreta de cómo se formó el texto sagrado, cómo se conserva ahora, qué partes tiene... y todo lo demás. En cambio, si todo eso ya lo sabes, este es entonces un buen libro para comprender el mensaje de fondo que Dios te envía a través de la historia bíblica.
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