viernes, 28 de febrero de 2014

La sal

To 5 a Luz del mundo 2014

Hoy nos llega esta especie de doble piropo que nos tira Jesús a sus discípulos: "vosotros sois la sal de la tierra, vosotros sois la luz del mundo...". La sal se usaba en tiempos del Señor sobre todo como modo de conservar los alimentos, para evitar su corrupción; así que la palabra suena como "vosotros evitáis que el demonio pudra el mundo". 

¿Qué ilumina la inteligencia del hombre?
   Y sobre la luz, ¡qué vamos a decir nosotros para explicarlo! No hay más que comparar un día gris y oscuro con uno luminoso, o pensar en la opresión psíquica que produce encontrarse en un lugar extraño en el que se apaga cualquier luz. ¡La luz! Es casi la vida: una habitación a oscuras: no sabes qué hay, no puedes usarlo, te tropiezas. "Hágase la luz" fue el primer acto de creación divina: que las cosas sean reconocibles…Pero no sólo existe la luz física; también está la luz moral: ¿Qué debo hacer, adónde debo ir, qué está bien, para qué sirve esto, quién es ese para mi, de donde nace mi inteligencia, mi mente? San Juan dice en el su evangelio, en el prólogo, que Jesús había sido –y es- la luz del mundo que ilumina a todo hombre que viene a la vida, o sea el que ha dado la explicación. Y es una gran verdad: al hacerse hombre en Cristo, visible, audible, Dios nos ha mostrado también quiénes somos, lo que somos en realidad; y así se ha convertido en luz para nuestra inteligencia, la luz del mundo. Y por eso dijo una vez, durante la fiesta hebrea de las luminarias o candelas: "yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas". Lo bonito del evangelio de hoy es que nos dice a nosotros: ¡vosotros también sois la luz del mundo! Y es verdad, porque cuando tú le sigues, tomas de su luz, como una candela se prende con el fuego de otra. 

¿Es luz la Iglesia, somos luz?
   Tu luz no es tuya, aunque esté en ti, sino de él; procede de la fuente de la luz, que es el Creador. Y de Jesús, puesto que la Palabra se hizo carne. No debes apagar esa luz que hay en ti ni esconderla; la sal no debe perder su fuerza, convertirse en simple tierra. ¡Cuántos bautizados ves a tu alrededor de luz mortecina o apagada...! Fíjate en esos personajes públicos que aparecen en la prensa o la tele con sus escándalos, sus ambiciones, sus adulterios, sus corrupciones, ¡y la mayoría de ellos son bautizados! "Si la sal se vuelve insípida, qué podrá devolverle el sabor…"¿Qué haremos nosotros? ¿Vamos a esconder la luz?, ¿vas a taparla con tu cobardía, con tu desentenderte? Tú eres la luz del mundo. 

La luz es la caridad
   Cuando oras y llenas del sentido divino tu mente, cuando transparentas  a Cristo en tu vida y en tu conversación, en tus elecciones y en tus virtudes, entonces tú eres la luz para el mundo. Porque la luz está en ti.  En la primera lectura de hoy el profeta se dirige a Israel como a una persona. Pasaba Israel  por una de sus crisis crónicas, por muy malos momentos, y les dice el profeta: ¿Sabéis por qué, sabéis cómo os curaréis? Con la caridad, con la justicia; "tu carne sanará y será luminosa" y cálida: serás luz del mundo.
Lo cierto es que en esto de ser luz, no siempre podemos presumir de ser unas lumbreras, pero en la caridad... en la caridad todos podemos ejercitarnos a diario. ¡Entonces brillará la belleza de vuestra conducta, "y glorificarán a vuestro Padre que está en los cielos"!


jueves, 20 de febrero de 2014

La Candelaria

To 4 a La Candelaria 2014

   Hoy recordamos uno de esos pocos sucesos que conocemos de la infancia de Jesús: su presentación y rescate -como primogénito varón que era- en el Templo de Jerusalén. 

Una terrible historia
   Resulta interesante conocer la historia de esta costumbre judía que practicaron con él sus padres, y que se remontaba a los orígenes de Israel, al pacto hecho con Yahveh durante la huída de la esclavitud de Egipto. El faraón, como recordáis,  se negaba a darles libertad, y Yahveh hizo un prodigio terrible:  en una noche, exterminó a los primogénitos de aquel país, como ellos antes habían asesinado a los niños varones israelitas que nacían a las esclavas hebreas. El Faraón, supersticioso y aterrado ante el prodigio, no sólo les permitió escapar, sino que les ordenó que se fueran. Aquella noche, siguiendo las instrucciones de Yahveh, Moisés ordenó que cada familia sacrificara y comiera un cordero, y que marcaran con su sangre las jambas de sus puertas como protección ante el Exterminador, porque esa sangre sería la señal de que allí habitaba un hebreo. Jesús hizo referencia a este suceso durante la Cena de despedida, presentándose a sí mismo como el misterioso cordero sacrificado. 
   Aquella tremenda historia dejó, entre otras, esta huella en las costumbres de Israel: el primogénito de cada familia se ofrecía a Yahveh a los cuarenta días del nacimiento, y luego se rescataba ofreciendo a cambio un cordero, o dos tórtolas, si es que la familia no podía permitirse económicamente sacrificar un cordero. De ese modo no olvidaban que su vida era regalo de Dios, y que estaban en deuda con la sangre del misterioso Cordero. 

Purificación de María
   Previamente a entrar en el Templo, la madre del niño tenía que purificarse de la impureza legal contraída por el derramamiento de sangre. Y así lo hizo María, a pesar de ser toda pura, inmaculada. Este gesto nos recuerda el de Jesús, puro y limpio, también quiso ser bautizado en el Jordán para abrirnos así el camino. También en esto María está como en la estela del Hijo. Son misterios llenos de simbolismo, que nos hablan del abajarse de Dios hacia nosotros, atraído por el amor que nos tiene. Él fue el verdadero cordero, y efectivamente con la señal de su sangre somos librados del verdadero Exterminador: "el que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el último día", les dijo a los judíos en una ocasión memorable.
   La presentación y rescate del primogénito se vivía como una alegre fiesta familiar en tiempos de Jesús. Así, esta tierna escena de la Familia de Jesús nos habla del cariño hacia los niños, de la gratitud a Dios por su vida y su salvación desde pequeños, de la responsabilidad que sentían hacia ellos. Pensadlo un poco en vuestro caso, en vuestros hijos: cómo os preocupáis no sólo de que aprendan lengua y matemáticas y a manejar ordenadores, sino de quererles, de transmitirles la fe con vuestra vida.

Presentar los hijos a Dios
   La narración evangélica nos hace mirar a nuestra Señora, a la madre de Jesús, que escucha la profecía de Simeón sobre el futuro del Niño.  Querríamos hoy acompañarla y pensar también nosotros en la misión divina de vuestros hijos. Y procurar en serio llevarlos al Señor, presentarlos ante él, y hacer de ellos otro Cristo. Los padres y madres sois los primeros educadores cristianos. Enseñad la piedad. Pero con sinceridad: de corazón, yendo vosotros sinceramente por delante. Enseñad no sólo el cumplimiento, la práctica, sino la plenitud y amor, el sentido. Consagradlos a Dios en vuestro corazón -son suyos en realidad-, para que él haga de ellos lo que le sea de mayor utilidad en sus planes de salvación sobre la humanidad. Entonces estaréis cumpliendo vuestra vocación de padres. Y esta es la historia de esta fiesta y esta procesión de las candelas.

sábado, 15 de febrero de 2014

El magisterio de Benedicto XVI


Joseph Ratzinger ha sido un gran teólogo, pero también ha sido un pastor sabio y entrañable que ha hecho gozar a la Iglesia de un verdadero don para la Palabra. Esta antología de textos escritos o predicados lo testifica. Son fragmentos de homilías o de sus encíclicas agrupados a modo de diccionario, en torno a un centenar de voces: desde Adviento a Eucaristía, pasando por Amor, Ambiente (medio ambiente), Razón, Sacerdocio, Jesucristo, Dios, Desarrollo, Testimonio, Persona, Pobreza, Papa...


A diferencia de otras recopilaciones que contienen, por ejemplo, de textos para la oración, aquí se trata de maravillosos textos magisteriales, extraídos de la predicación o de los textos doctrinales publicados por Joseph Ratzinger como Papa; de ahí el título del libro, que fue publicado en primer lugar por la Libreria Editrice Vaticana (editora "oficial" de la Santa Sede). También en esto se diferencian de -por ejemplo- la edición de sus obras completas publicadas como teólogo o autor particular. El que adquiere esta obra adquiere un pequeño tesoro, del que podrá ir sacando siempre el perfume de un pontificado que ha sido excepcionalmente bello desde la perspectiva magisterial.


Datos del volumen, ofrecidos por la editorial: 

CREER. MANUAL DE LA FE Y DE LA VIDA CRISTIANA
Benedicto XVI
Editorial: ROMANA EDITORIAL, S.L.
Año de edición: 2012
RESUMEN DEL LIBRO
"Romana Editorial presenta la edición española del Manual de la Fe y de la vida cristiana de Benedicto XVI, publicado por la Librería Editrice Vaticana, a propósito del Año de la Fe convocado por el Papa Benedicto XVI en el marco de la Nueva Evangelización, que se desenvolverá desde el 11 de octubre de 2012 al 24 de noviemb re de 2013. A través de este volumen, el Romano Pontífice se dirige al hombre de hoy en el comienzo del Año de la Fe, una preciosa oportunidad para volver a lo esencial de la vida cristiana. Benedicto XVI expone su magisterio sobre cada elemento de la Fe y de la vida cristiana en la visión de conjunto en la que el Santo Padre incardina cada una de sus reflexiones. Esta obra refleja, en suma, la impronta doctrinal y espiritual que Benedicto XVI quiere dar a la vida de la Iglesia en el Año de la Fe. La riqueza del magisterio de Benedicto XVI es tal que se erige en ejemplo y estímulo, tanto para ayudar a los no creyentes a acercarse a Dios, como para reavivar la Fe de los creyentes, aprendiendo a conocerla mejor, y comprometiéndose a vivirla y transmitirla con alegría y entusiasmo. Este título resulta no sólo un útil instrumento de consulta y análisis, sino también una preciosa guía para profundizar en el magisterio de de Benedicto XVI, a lo largo de siete años de pontificado. Una visión profunda de la Fe, una obra dirigida tanto a los fieles católicos como a aquellos que buscan a Dios. Un indispensable libro de Benedicto XVI que, a partir de las numerosas cuestiones tratadas por el Santo Padre en los primeros siete años de su pontificado, ofrece razones para creer al lector que busca respuestas a los grandes interrogantes acerca del sentido de la existencia."

miércoles, 12 de febrero de 2014

La maternidad

(Homilía en la santa Misa celebrada por mi madre en la capilla del tanatorio, la tarde del 27 de enero de 2014)

Queridos hermanos y amigos: al entrar antes aquí para preparar las cosas y saludar al santísimo, me he fijado en esa imagen de la Virgen, que tiene los brazos tendidos hacia abajo, como cuando una madre ayuda a caminar a su hijo pequeño, y he sentido el impulso de besarla y arrebujarme en ella, como le ocurrió a santa Teresa cuando perdió de niña a su madre. María es, para los discípulos de Jesús, la imagen viva de la Maternidad de Dios: ella concibió y engendró al Verbo encarnado.

A ella le doy las gracias hoy, porque a través de nuestras madres experimentamos la maternidad de Dios, como Jesús la percibió en su humanidad santísima a través de María, la primera creyente, la Iglesia naciente (la Iglesia era sólo ella en aquel momento). Así también las madres son la primera Iglesia para sus hijos: el lugar donde se encuentran con el amor del Padre y aprenden a ser hijos de Dios; sus manos son las manos a través de las cuales reciben sus hijos el consuelo del Espíritu santo y perciben así su presencia.

Hoy doy gracias a Dios por el don de la maternidad, y pido que nunca lo retire de la vida de la humanidad, que no deje de haber madres cristianas, porque son un verdadero sacramento de la maternidad y paternidad divina sobre los hombres.

lunes, 10 de febrero de 2014

La hermana gemela de san Benito de Nursia

10th February

Saint Scholastica

First Benedictine nun. All that is known about St Scholastica comes from the Dialogues of Gregory the Great. She was the twin sister of St Benedict and they were devoted to each other. Her convent was Plombariola, about five miles from his monastery at Monte Cassino. They used to meet just once a year. On his last visit in 543, she asked him to stay longer to discuss the joys of heaven. When he refused, because remaining would have meant breaking the Rule of his order, she prayed for rain and a violent thunderstorm prevented him from leaving.

She died three days later. St Benedict saw her in a vision ascending to heaven and buried her in the tomb he had prepared for himself. He arranged for his own body to be placed there when he died, seven years later.

Pope Gregory the Great said: "The bodies of these two, whose minds were always united in Jesus, were not separated in death."

(Fuente: ICN News)